miércoles, 9 de noviembre de 2011

Paciencia, tesón, cuidado y amor y...Todo llega.


El sábado visité la Fundación Sales, una Fundación dedicada al cultivo y cuidado de un sinfín de flora de diversas partes del mundo, que nada más entrar hace que te sientas en un rincón mágico, especial, como si la esencia de su fundador siguiese impregnando cada estancia y te acompañase en ese sendero empedrado y en esas perfectamente adornadas galerías.

Reflexionando sobre eso se me ocurrió que, antes de comenzar mi particular proceso de convertirme en “persona” (y no hablo del significado etimológico de la palabra, es decir, para mí convertirme en persona refiere ser persona de calidad, de verdad, de corazón, sin disfraces ni tapujos, es decir, a la inversa que el origen de la propia palabra que remite al teatro griego y a las máscaras que en él se utilizaban para actuar frente a los demás) es decir, antes de iniciar mi particular viaje a Ítaca, en mi casa no había plantas, ni una, nada, ni rastro de vida más allá de mi respiración y de mis propios latidos. Sin embargo, tan pronto comenzó a poblarse mi casa de literatura varia, como de seres vivos que me hacen recordar que cuento con compañía cada día.

El caso es que con las plantas ocurre un acto curioso: tienes una planta en casa, la nutres, la riegas, le expones al sol para que tome alimento, la cuidas y le hablas (eso yo, no sé si todo el mundo practica el mismo gesto de locura) y de pronto, un día te despiertas y aquella amalgama de hojas tiene...una flor! Ese día sucede algo mágico, algo que no se pude describir con palabras, hay que sentirlo, es como si de pronto de la masa alquímica del plomo naciese inesperadamente el oro..y brilla, y está ahí, un regalo para tu vista y para tus sentidos…pero tú no has hecho absolutamente nada, más que brindarle a la planta el cuidado necesario para su seguridad, crecimiento y supervivencia, me refiero, no has creado esa flor, esa flor nació como resultado de un conjunto de actos, adicionados a la semilla de la propia planta.

Sucede igual en la vida…te pasas miles de momentos queriendo hacer el bien, demostrando que estás enteramente dispuesto a asumir el reto de obtener la mejor versión de ti mismo, esa versión donde todo en ti es eterno y no efímero, donde todo es conciencia, seguridad, fe…y nada sucede..o más bien al contrario, lo que se sucede son una serie de actos y situaciones caóticas que te hacen dudar y plantearte en un sinnúmero de ocasiones si no sería mejor recular, volver al “personaje”, claudicar de la aventura y ponerse de nuevo la máscara para seguir actuando en un mundo que no parece comulgar con tus principios…y, de pronto, un día, una conversación, un gesto, te sacan de tu letargo y te confirman (aún cuando no resulte imprescindible ni necesario) que vas en la senda correcta..una palabra de agradecimiento, un consejo enviado desde el más profundo cariño, una crítica constructiva o una alabanza a tu labor y, ahí, tu mundo y tu faro vuelven a recobrar sentido…al igual que la planta..la semilla está ahí, la rosa va a acabar brillando y saliendo a la luz, pero antes, son necesarias épocas áridas, épocas de cuidar la esperanza y de cultivar buenos hábitos y nutrir la tierra con buenos abonos para que así, más tarde, florezca el fruto. Si le das tiempo, cariño y cuidado, ese fruto acaba asomando y el día que eso sucede, frente a tu flor, no puedes más que sentir una explosión de gratitud por haber sido capaz de seguir alimentando tu fe a pesar de las críticas y de las desavenencias. Ese día, tu gratitud y tu alegría es tan inmensa que no puedes guardarla en tu pecho y te pide que salgas, lo cuentes, lo grites, lo vivas..ese día, tenlo por seguro, con paciencia, dedicación, fe y cuidado, SIEMPRE LLEGA.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

"Recuperando" el pasado



Hay un extracto del libro de Florence Scovel Shinn que narra la historia de una mujer que, encandilada con el recuerdo de su baile de graduación del instituto, decide viajar a la ciudad donde en su día se celebró el baile y buscar a las personas que a él asistieron para ir todos juntos de nuevo al baile, y recordar así viejos tiempos.





En esa historia se cuenta que cuando la mujer llega al instituto su gran recuerdo se desvanece, para ella, era un edificio colosal, con una pista de baile increíble y con una orquesta estupenda…cuando llega allí el edificio parece mucho más pequeño, lo que antaño era una bonita pista de baile ahora no puede dejar de parecerle tan sólo el gimnasio adornado con cuatro guirnaldas y la gente…bueno, todas aquellas personas habían cambiado mucho, algunos ni la recordaban…se fue de allí sintiéndose muy frustrada y culpándose por haber sido tan idiota de guardar aquel recuerdo tan bonito en su memoria.




Sin embargo, lo que esta mujer no percibió es la enseñanza: los recuerdos están ahí, forman parte de nosotros y de nuestra memoria, y así debe ser, pero no justifican que queramos repetir la historia, porque esa historia sucedió y murió y por más que nos empeñemos nunca volverá a ser la misma.




Sucede lo mismo con muchas relaciones, con las personas, con los sentimientos y emociones.. a veces guardamos un bonito recuerdo de algo o de alguien y pretendemos recuperarlo, buscamos a esa persona y pedimos una segunda (o tercera) oportunidad.





Sin embargo, todo aquello que antes era (o parecía) maravilloso se desdibuja cuando intentamos llevarlo a la práctica, en la realidad lo maravilloso se desvanece y entonces, nos sentimos todavía más frustrados porque no somos capaces de repetir aquello que en otro tiempo nos hizo tan feliz, sin darnos cuenta de que eso, es, sencillamente, imposible.



Nos movemos hacia persona o situaciones que nos aportan cosas en determinados momentos de la vida y cuado la enseñanza ha concluido, es tiempo, por duro que resulte, de decir adiós. A los humanos en general nos cuesta horrores aceptar ese adiós y atesoramos miles de momentos en nuestra mente y en nuestras entrañas y justificamos constantemente el no abandonar una situación porque nos aferramos con tanta fuerza a lo conocido que afrontar el nuevo y desconocido camino da pánico.




No sé si alguna vez en la vida, tras atravesar muchas puertas desconocidas, ese miedo a lo nuevo logre disiparse, lo que sí sé, y eso lo constato cada día, que merece la pena abrir esa puerta. Aunque sean puertas pequeñas y cambios insignificantes, merece la pena abrirla y decirle sí a la vida dejando atrás todo aquello que en su día nos hizo creernos tan felices.




Meditando sobre esto, y tal y como viene sucediendo en mi vida desde hace unos años, leí en el blog de Paulo Coelho la siguiente frase : “Close some doors. Not because of pride, but because that no longer fits your life” “Cierra algunas puertas. No por orgullo, sino porque ya no encajan en tu vida”. Qué cierto.






FOTO: La foto la tomó mi amiga Zaira, en un viaje al interior de África. Me impactó que, en medio de rocas, pudiera nacer una flor de un color tan increíble. Me recuerda la canción "Via del campo" del compositor italiano Fabrizio de André: "dai diamante non nasce niente, dal letame nascono i fior": "de los diamantes no nace nada, del estiércol nacen las flores".




miércoles, 19 de octubre de 2011

Permítete SER.










"Y el simple hecho de desearlo no cambiará nada".











Ayer estaba deleitándome con una maravillosa y tierna película “Corazones en Atlántida”. En ella, un niño de 11 años se encaprichaba con la compañía de un adulto y cuando éste decidió que era el momento de abandonar su casa y viajar a otro lugar, el niño le suplicó que, por favor, no lo hiciese, que se quedase con él, y fue inútil.







En medio del llanto del niño se ve al hombre adulto diciéndole: “sí, he de irme, no puedo quedarme y el simple hecho de desearlo no cambiará nada”.







Esa frase me dejó marcada, porque cuántas veces he hecho exactamente lo mismo sin pretenderlo?; a veces, en toda esta vorágine de la evolución se me olvida que tan sólo soy humana y que obviamente mis deseos puedo entenderlos, comprenderlos, darles sitio y espacio para expresarse pero no puedo matarlos, están ahí y quieren salir y expresarse aunque el simple hecho de desearlo y expresarlo no vaya a cambiar la realidad.







La mayoría de las filosofías budistas e hindúes que conozco abogan por la aceptación de esos deseos como un paso previo a la transmutación de los mismos, pero mi mente hoy no está concentrada en aceptar y transcender sino tan sólo en PERMITIRSE SER. Qué importante. Permitir que esos deseos existan, como parte indisoluble de mí misma, como algo que crece dentro y que clama por ser materializado.







Quizá, como el niño, me pierda en ocasiones tratando de que algo o alguien dé cumplida respuesta a mis deseos mundanos, pero no es eso al fin y al cabo la vida, vivirla?.







Hace días en medio de un debate con un amigo le decía: - por favor, si ves que algo no te parece bien, si algo de lo que yo digo o hago te hiere, por favor, comunícamelo – no, paula, no quiero comunicártelo porque no quiero condicionarte – si ni siquiera me lo dices no me condicionarás, perfecto, pero nunca me darás la oportunidad de modificar mi conducta.







Con la expresión de los deseos no abogo porque cada uno vaya a lograr lo que pretende ni porque los demás, oídas nuestras sugerencias y/o peticiones deban dar cumplimiento a nuestros caprichos y necesidades, pero lo que sí creo es que cada emoción, cada pensamiento, cada deseo debe tener un espacio para ser debatido y aceptado, sino, simplemente es como si, antes de nacer, le estuviésemos relegando a la carpetas de asuntos imposibles sin dar siquiera la oportunidad de ser materializados.







Antes de desistir de un sueño, permíteme sentirlo, expresarlo, vivirlo y ver a dónde conduce, quizá el tiempo y las situaciones te adviertan de que no es el momento o el lugar para llevarlo a acabo, pero eso es algo que nunca podrás saber si no corres el riesgo de darlo a la luz y de exponerlo al mundo. Tus deseos son parte de ti. No les niegues la vida. No te niegues tu vida.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Tu Camino, Tu Responsabilidad








No hay recetas.







Ésa es la clave, no hay recetas para nadie ni para nada. Si es cierto que cada uno tiene su camino esto no puede quedarse en tan sólo una frase hecha, efectivamente cada cual tiene su camino y cada uno, su propio mapa de carreteras.









Desde que tengo uso de razón me ha preocupado hallar la clave, la respuesta para cada uno de los interrogantes que zozobran mi mente, he pasado largas horas haciendo castillos en el aire y disquisiciones sobre éste u otro tema y todo porque sé que algo dentro de mí contiene la repuesta para todo aquello que mi ser – entendido como “ser humano” -se pregunta.







Sin embargo, cuando intento aplicar esta forma de ver a otras personas me doy cuenta de que no funciona, cada cual tiene su sendero y cada cual la responsabilidad, el derecho y el deber de explorarlo, conocerlo.







El sábado en una intensa sesión de constelaciones familiares, Amparo La Moneda le respondía así a una de las participantes: yo no puedo hallar qué es lo que te angustia, esa desazón interna sólo puede ser respondida por Ti Misma, yo puedo darte claves de cómo hallar esa respuesta, de cómo acceder a tus propios mecanismos de sabiduría, a las alforjas de tu alma, pero, lamentable o afortunadamente, la respuesta última sólo se encuentra en tu interior, en tu simiente.







Para algunas personas esto resulta frustrante a la vez que desesperanzador, ya que han decidido que ellas no tienen el más mínimo rango ni la capacidad de decisión sobre su vida y que ellas mismas no saben qué es lo que les conviene. Quizá (seguramente) eso no viene por un acto de disposición voluntaria, sino que más bien responde a una sociedad que nos ha anestesiado de tal forma que ya no sabemos ni dónde hallar la verdadera respuesta a cada situación, sin ser conscientes de que el único manual de instrucciones viene dentro de nosotros, inserto en nuestra alma.







Existen técnicas para contactar con esa verdad que se esconde dentro de nosotros, de entre las más conocidas, sin duda, la meditación o los sueños. En la meditación se establece un diálogo con tu propio mapa de rutas y, con dedicación y cariño, pueden llegar a percibirse las señales que nos guían en esta travesía.






Los sueños son otra apasionante vía de conocimiento. Desde hace ya unos meses he empezado a trabajar con ellos, a descifrar sus señales, a interpretar lo que quieren decir y hoy puedo decir que sé, sin la menor de las dudas, que se trata de un fidedigno instrumento de auto-conocimiento y que sólo necesitamos un poco de voluntad para, al acostarnos, pedir a nuestro Ser superior que se sienta libre de interactuar con nosotros y que nos envíe las señales que precisemos.






Como digo, esto, a mi juicio, debe partir de una auto-introspección, no sirve – ni es útil ni práctico – que yo descifre por ti lo que tu alma pretende enseñarte, sobre todo porque la misma situación para mí puede tratarse de un tipo de aprendizaje y para ti, de otro, y yo, con la mejor de la intenciones, puedo llegar a errar en tu camino, simplemente porque no es el mío, es el tuyo y es tu responsabilidad.






Sin ir más lejos, mi amiga y yo nos enfrentamos a una situación muy parecida, ambas llegamos a la conclusión de que la misma nos sucede para procurarnos un mayor control emocional, para no dejar que nuestro ego se salga con la suya y nos dominen los instintos, sin embargo, mis sueños me indican lo contrario, me indican que lo que para mí puede tratarse de una cuestión de simplemente desapego y aceptación para ella puede tratarse de algo más grande, como de adquirir definitivamente el control sobre su cuerpo emocional sin dejar que sus instintos afloren constante e insidiosamente desviando el curso de su barca.







El problema está en querer aplicar a ambas la misma medicina sin percatarnos de que, quizá la sintomatología es la misma pero las causas que la originan son diversas.







Las respuestas que disiparán tus dudas solamente se hallan impresas en tus propios manuales, no hay un remedio universal e infalible, sino que todos, como cajitas llenas de sorpresas, configuramos el puzzle del espíritu universal y a cada uno corresponde la responsabilidad de hallar y representar su propio camino. Para eso hemos venido.

































martes, 2 de agosto de 2011

El Increíble Juego de los Espejos











“No, no lo hagas, piensa, detente, utiliza esa FUERZA que sabes que tienes dentro de ti..mira, quizá esa persona, sin tú saberlo, está siendo un increíble MAESTRO PARA TI…te está ayudando a que tomes decisiones y te bases en tu FUERZA, esa misteriosa desconocida para ti y, que sin embargo, está ahí, por más que te niegues a verla, ella te habita, sólo que tú aún no lo sabes porque hasta ahora te has refugiado en el dolor, en el "yo no puedo, no soy capaz, mira cómo sufro por ti…y aún así no me quieres?? No lo entiendo!"...pues bien, gracias a esa persona se te está permitiendo que te des cuenta que puedes tomar tus propias decisiones sin sentir lástima de ti mismo por ello, puedes decidir romper lazos, relaciones, situaciones que te ahogan, que te asfixian, que te someten el alma y los sentidos y que, decididamente, ya no te aportan nada positivo, sino más bien al contrario, no dejan que expandas TUS ALAS y vueles, así que, lejos de utilizar el dolor, la pena y la culpa para adoptar decisiones, básate en tu fuerza innata, en ésa que te habita, en ésa que está esperando que la descubras, porque, te juro, la tienes.




No maldigas la situación, BENDÍCELA, porque si ella te está sucediendo es porque tu alma así lo quiere, tu alma quiere enfrentarte nuevamente con el mismo reto: sé capaz de decidir sin dejarte dominar por las emociones que te obnubilan los sentidos, sé capaz de decir " hasta aquí, esto lo quiero y esto ya no lo quiero, no me sirve, lo dejo…"deja tus refugios tradicionales y agárrate a ese PODER que llevas innato, por dios, no sabrás qué libración sentirás hasta que lo hagas y te juro que puedes hacerlo , SÓLO CREE EN ELLO .... Y EN TI.”





Ayer me sorprendí soltando este improvisado discurso a un amigo..cuando terminé de estar poseída por esa verborrea que parecía salir de un lugar inhóspito y poderoso de mi interior, me quedé quieta, fue como si de pronto, esas palabras retumbasen en la habitación diesen la vuelta y penetrasen en mis oídos…realmente todo eso era para ti? Realmente ese mensaje era el que yo debería transmitirte? O es que en verdad necesitaba ver desde fuera una situación para poder juzgar y emitir un análisis de la mía propia? Esas preguntas son retóricas; obviamente las palabras no eran solamente dirigidas a mi compañero de trabajo por más que él las necesitase en ese momento, las palabras eran dirigidas directamente a mi Ser, a mí misma, yo necesitaba escucharlas y la única forma que al Universo se le ocurrió para sacármelas fue mostrándome exactamente lo mismo que yo estaba viviendo.




No es la primera vez que me sucede algo igual pero cada vez que sucede lo celebro, celebro este maravilloso entramado de situaciones, realidades, personas que nos mantiene constantemente en la senda del aprendizaje y de la evolución, y, al mismo tiempo, celebro el contar la consciencia suficiente como para percatarme de tales situaciones.





Cuántas veces nos sucede igual? Infinitas.




Realmente creo que la mayoría de las situaciones que vivimos en nuestra vida ordinaria son similares…una amiga mía se enfrenta constantemente a ello…su marido se enfada con ella porque llega tarde a casa tras estar toda la tarde con sus amigas..cuánto hay de enfado en verdad en él? no será que una parte de ella misma se siente enfadada y se auto-inculpa por abandonar su supuesto puesto de madre de familia en casa? no será que ella se enfada consigo misma y se auto- reprocha su conducta? obviamente sí, por más que ella lo disfrace de continuas quejas contra su marido, pero si se va más allá se descubrirá que hay una parte que se siente así, que se siente culpable por abandonar sus supuestos "deberes familiares o conyugales" y esa parte seguirá bramando en modo de enfado que su pareja le muestra, hasta que ella decida acudir al origen y hacerle frente.





Mientras no decidamos atajar esa situación, el Universo nos envía a otra persona, a otro cuerpo con otra psicología y nos la coloca de frente, mostrándonos ese enfado para que nosotros mismos juguemos con nuestro propio espejo..qué interesante por dios.




Espero no cansarme nunca de este apasionante y divertido JUEGO DE LOS ESPEJOS, porque eso significa que, gracias a Dios, tengo que seguir creciendo y evolucionando ya que, como dice mi gran y querido amigo Óscar, de eso trata en definitiva la vida y a mí, aún me queda un trecho largo.

























martes, 26 de julio de 2011

Hablar CONTIGO mismo. La conversación MÁS relevante.






Te propongo un ejercicio muy “terapéutico”:







Cada vez que te enfades o te irrites con alguien y tu cuerpo te pida a gritos descargar esas emociones hacia esa persona por “la grave afrenta acometida”…descansa, respira (si puedes) y vete en busca de un espejo. Advierto que sólo recomiendo hacer este ejercicio en los días en que nuestra energía lo permite, es decir, en esos días en los que estamos especialmente centrados y que toleramos las auto-críticas (las, sin duda, más difíciles de soportar).







Pues bien, espejo en mano y, mirándolo de frente, es decir, viéndote directamente a los ojos, di en voz alta todo aquello que te gustaría decir a la persona que “te ofendió”…dilo, sin pensar, en voz alta, con enfado, con ira, con rabia o con la emoción que brote y, después, repite esas mismas palabras despacio, escuchando lo que dices…verdaderamente se lo estás diciendo a esa persona? No hay alguna parte dentro de ti que necesita escuchar eso mismo?







Desde aquí, desde mi sillita puedo escuchar tus gritos de: pero, qué dices? estás loca? eso nunca!..pero, con el tiempo y la paciencia necesaria, descubrirás que es cierto. La mayor parte de nuestros enfados con otra persona no son tales sino enfados con partes ocultas o no aceptadas que existen dentro de esta cajita de sorpresas que habitamos.







En el día de hoy, y por si te sirve de algo, yo lo he practicado, al menos, dos veces; al descubrirme diciendo esas cosas mi primera impresión fue de rechazo, la segunda de sorpresa y la tercera, de risa…porque, el sentido del humor es otra herramienta básica y fundamental para poder llevar a cabo este aprendizaje,..sin él, veremos la vida como una cumbre a escalar en lugar de como un círculo de sabiduría infinita donde todo está más sincronizado y articulado de lo que en muchas ocasiones nos gustaría.







Recuerda que solamente trayendo a la luz las partes de nuestro inconsciente que nos condicionan podremos sanarnos y evolucionar, porque sino, éstas harán que actuemos como títeres al merced de un guión que se escapa absolutamente de nuestro control y raciocinio. Prende la luz en la oscuridad y ésta, por pura lógica, dejará de serlo.









lunes, 11 de julio de 2011

Descubriendo TU RAÍZ. Accediendo a Tu Sabiduría Interna.






Fin de semana intenso.







La idea era compartir experiencias, juntar energía femenina para sanar nuestra raíz..o, por lo menos, intentarlo. Se intentaba lograr una SINERGIA entre todas las participantes que nos permitiese alcanzar cotas de sabiduría que sería impensables – o muy complicadas de lograr – trabajando individualmente.








Así que el fin de semana empezó con una sesión de meditación, de poner nuestro Ser al servicio de nuestro Universo Interno y también al servicio de toda la humanidad y el Ser, nos habló.







Una a una fuimos sanado nuestra raíz, fuimos acercándonos al origen, al centro que, como bien dice Hellinger, se distingue por su levedad…y allá nos embarcamos en un VIAJE que nos permitió entrar en contacto con lo más bello, eterno, profundo y REAL de nosotras mismas.







Lo que para cada una ocurrió allí fue absolutamente personal y no puedo ni quiero entrar a contar detalladamente qué ocurrió o qué no ocurrió pero sí quiero expresar una idea, algo que nos dejó marcado y claro creo que para todas nosotras:







Todos y cada uno de nosotros tiene una RAÍZ, UNA MISIÓN, UN DON, algo que sólo tú has venido a manifestar. En mi caso, es el elemento AIRE, tan presente en mi vida…mi signo, Acuario, me lo dice, mi Ser me lo dice, todo lo que suponga barreras a mi libertad supone para mí un grave conflicto y, hasta ahora, me he peleado como gato panza arriba por “superar” esas barreras, por limar esas asperezas que no me permiten encerrar mi alma entre cadenas...pero es que precisamente de eso se trata. No puedo encerrarme porque estaría destruyendo una parte fundamental, eterna y verdadera de mí misma, estaría atentando, por así decirlo, contra mi propio Ser, la mayor y más grave ofensa que existe.







Así que si en mis valores está el ser leal, la primera y última lealtad empieza y termina en mí misma. Si mi elemento es el AIRE y esa ligereza debe regir mi Ser, no puedo seguir encadenándome absurdamente a situaciones, personas, trabajos que no permiten esa MAYOR expresión de mí.







Este fin de semana ha supuesto un antes y un después, como el patito feo del cuento que de pronto se da cuenta de que en realidad es un CISNE, por eso jamás podía haber sido un pato y tener el mismo aspecto que los demás.







Si descubres cual es tu elemento, y qué has venido a manifestar en la Tierra, todo es más fácil porque dejas de someterte, de pelearte, de intentar encajar con algo o alguien con el que, simplemente, no sientes afinidad ni empatía, porque de eso se trata. Se trata de que cada uno de nosotros expresa diferentes partes de la materia, para ESO hemos venido.







Por supuesto obra el libre albedrío, cada Ser es libre de manifestar o no SU VERDAD, pero es que el precio a pagar por ese silencio del alma es tan alto que no creo que yo sea capaz de asumirlo, no puedo ni quiero, y, te recomendaría, si me lo permites, que tampoco consideres el hacerlo...encadenar tu alma es MORIR EN VIDA. Curioso juego de palabras, curiosa paradoja.

jueves, 7 de julio de 2011

Carpe Diem?






Qué es el Carpe Diem? Generalmente se usa esta frase para decirle a alguien que debe vivir la vida intensamente, disfrutarla, sentirla, saborearla y casi exprimirla,…disfrutar cada instante, cada momento, cada sensación…





Lo malo es cuando el momento presente no cumple o no responde a nuestras expectativas más íntimas..qué pasa en esos casos? el Carpe Diem ahí no tiene cabida?






El otro día dando un paseo por la orilla del agua lo vi claro..(generalmente es en esos especiales momentos de soledad y contacto con la naturaleza cuando puedo alcanzar las más altas ideas, cuando mi Ser se eleva y entro en contacto con otros mundos, con otra dimensión que se escapa de la materia, es decir, cuando puedo quitarme el velo de la rutina..). En ese momento lo vi: Carpe Diem no sólo significa que debamos disfrutar la vida y el momento presente si éste es bueno o dócil o amoroso..significa saborear la vida… venga como venga.





Puede ser que mis horas laborales no sean precisamente el cien por cien de lo que me gustaría desempeñar, pero si me paso mi vida esperando a que llegue la oportunidad de sentirme cien por cien a gusto es muy probable que mi vida se quede en eso: en una ETERNA ESPERA – y, sinceramente me daría mucha rabia perderme este milagro de la existencia sólo por mis ansias de mejorar y crecer –.





Con esto no quiero decir que no debamos tener expectativas de mejorar, de crecer, de conseguir logros…pero lo que sí defiendo es que es muy probable que si nos pasamos el momento del AHORA pensando que MAÑANA será mejor nos perderemos el día a día y, lo peor de todo, es que ni siquiera seremos conscientes de ello.





Quizá actualmente no tenga todo el tiempo libre que preciso pero, por otro lado, tengo una seguridad que me permite moverme en el mundo como deseo, me permite viajar y explorar y quizá, sólo quizá, sea ése el plan que por ahora debo vivir, por otra parte, cuando disponga de más libertad a lo mejor no puedo hacer frente a tantos gastos (o sí, eso nunca lo sabré hasta que suceda) pero, en cualquier caso sé que ahora es ahora y que merece ser vivido como el gran regalo que es. Puede parecer inocuo pero el hecho de rendirse al momento presente requiere de una gran disciplina, precisa de calmar el león interno que ruge y ruge queriendo más…más amigos, más amor, más afecto, más alimento...





Como digo, no creo que sea dañino ni nocivo querer “más” o “mejor” pero lo que sí me parece fundamental es no permitir que esas ansias de mejorar y de cambiar nos empañen las bondades del momento presente.






Ayer vacilaba sobre la idea de este CARPE DIEM, y, en concreto con la idea de “sanar una relación”…muchas veces me siento tan justiciera y tan en desacuerdo con ciertas cosas que me gusta imaginar que cojo mi espada y la envaino contra todo aquello que me altera el organismo…y así me sentía ayer, justiciera y llena de razón, dispuesta a sanar esa relación que yo consideraba enturbiada por la ira, por la rabia o por aquellas emociones que habían sido capaz de empañar quienes en realidad somos…cuando, de pronto, lo sentí: “Carpe Diem, tan sólo eso, Carpe Diem...quizá no es la relación “perfecta”, la soñada, la buscada, pero es lo que es y como tal, alberga cosas más que positivas y enriquecedoras, deja que esa presencia se asiente en tus huesos y tan sólo danza al son de la vida, aprende de esa relación y una vez hayas aprendido la lección, pasarás curso, pero no olvides el Carpe Diem, aprende disfrutando de las cosas que se te brinda”.





Así que guardé mi espada justiciera y mi varita mágica de hechicera y me rendí a la magia de la vida…dejando que cada cosa ocupe su forma y cada persona su lugar…y tan “sólo” dedicándome a lo más complicado de todo…Vivirlo. Y Carpe Diem.

lunes, 4 de julio de 2011

Jugando a Expresarnos...Difícil Reto




Sirve el lenguaje para comunicarnos?









Muchas veces lo dudo, dudo que este invento denominado palabras sirva para entendernos porque la gente suele olvidar con mucha frecuencia que las personas nos comunicamos no sólo a través de las palabras y de los gestos sino también a través de nuestra energía. Hay un lenguaje “oculto”, invisible, que transmite muchísimo más de lo que una palabra puede hacer.







En una película hace mucho tiempo vi una escena que me dejó marcada: una niña pequeña miraba a una mujer adulta y le dijo: Por qué los humanos utilizáis eso, las palabras, para decir lo que no pensáis? Es como si, en vuestro cerebro, en lugar de haber una máquina que expresa lo que quieres decir se da cuenta de lo piensas y sientes y lo transforma consiguiendo que lo que expresas sea, en muchos casos, diametralmente opuesto a lo primero. Curioso.







Esta frase me dejó marcada porque, en principio, debería ser al revés, deberíamos pensar o sentir algo y, a través de la garganta y del instrumento de la voz, verbalizarlo y exponerlo a los demás, pero, lamentablemente nos han enseñado a no hacerlo así.







Desde pequeñitos se nos dice: no, no digas esto; no te comportes así; disimula; ni se te ocurra decir eso; no digas todo lo que piensas..y de adultos, ese comportamiento y esas instrucciones se han grabado tanto en nuestras células que es preciso llevar a cabo una desprogramación severa si pretendemos expresarnos verdaderamente TAL Y COMO SOMOS. Tarea ardua y nada sencilla.







Sencillamente creo que muchos de los problemas que tenemos las personas consisten básicamente en esto...un bloqueo muy grande en el quinto chakra, un bloqueo que afecta no sólo a nuestra capacidad de hablar sino de expresarnos en general en el mundo ya que las persona no sólo expresamos en el mundo físico con las palabras sino también con los actos.







Cuando una persona comienza su desprogramación es posible que comience a decir o hacer cosas “inapropiadas”, “incoherentes”, “desaconsejadas” y que la gente “normal” empiece a considerar a esta persona como un loco, un bohemio, alguien que, sencillamente, no sabe “comportarse”.







Para muestra, la película “La Belle Vert”, o “El planeta libre” donde un grupo de seres extraterrestres deciden enviar en misión de desprogramación a un ser a la tierra para hacer que los humanos se comuniquen DE VERDAD, para hacer que expresen sus verdaderos deseos y que se comporten de modo que su Ser les reclama y no en base a condicionantes sociales. Como es lógico, con cada desprogramación, las personas se vuelven “locas” y empiezan a actuar y a decir cosas completamente al margen de los cánones protocolarios sociales.







En la misma película hay una escena buenísima que refleja lo “cuerdos” que somos los humanos: la extraterrestre enviada a la Tierra le pide a una humana si puede ver qué lleva en el bolso, la chica se lo muestra y le enseña el lápiz de labios: - Qué es eso? – Carmín – Y, para que sirve? – Para estar guapa – Cómo? – Para ser bonita, para que los demás te miren – No entiendo – Para que la gente te mire y así, te quiera – Ohhh, entiendo, pobre, si no te lo pones…no te quiere nadie verdad???







Cada día celebro más el hecho de haber participado en una “locura” colectiva..en permitirme ser cada vez más yo misma lejos de lo que se considera correcto o socialmente lógico, cada día celebro que no me importe hablar con personas “desconocidas” y que me den pena situaciones que, en principio, suceden a seres “ajenos a mi “familia”, cada día veo menos barreras, más unión en cada ser vivo que habita la tierra y entonces alguien me dice: “no paula, eso no es cuerdo, ni es lógico…” y yo, en ese mismo momento, celebro enormemente el sentir que me hallo en el buen camino.

miércoles, 15 de junio de 2011

Aceptando tu Propia Naturaleza











Tantas veces se habla de que hay que aceptar a los demás, las situaciones, los reveses y las cosas que nos amargan de la vida..y qué ocurre con nuestro propio Ser? Qué ocurre con nuestros pensamientos? Con nuestras emociones? Creo que el juego de la vida versa sobre lo mismo, ACEPTARNOS.













Porque sino, nos pasaremos la vida peleados con el ser más importante para nosotros. Uno mismo. Ayer debatía con mi amiga y compañera de vida, Rebeca y me dijo algo que me dejó perpleja: “- Sientes dependencia emocional? Pues disfrútala?”. - Qué? Cómo? Disfrutarla?? La tesis de Rebeca pasaba por la aceptación pero llevada a su lado más dulce…si sientes dependencia emocional, deja de fustigarte, deja de darte latigazos por ello, sino que, en lugar de eso, escúchala, disfrútala y déjala ser para que te muestre lo que quiere enseñarte. Sin más.











Qué complicado. Porque tan pronto como entra un pensamiento, una actitud, una emoción, algo que nuestro ser o nuestra mente juzga “inapropiado”, tan pronto como eso existe en nosotros todas las alarmas se disparan, todo un ejército de defensas nos acelera el pulso y nos pide a gritos que lo eliminemos, que luchemos contra el enemigo, contra ese pensamiento, contra esa emoción, contra eso que se juzga negativo para ese momento.











Quizá la vida no consiste en luchar contra lo que SOMOS, sino en aceptarlo para, desde ahí, comprobar qué ocurre.









Hace tiempo lo debatía con una amiga: “no metas los dedos en el enchufe” me aconsejaba reiteradamente. Sin embargo, si yo nunca hubiese metido los dedos en el enchufe no habría comprobado que, efectivamente, pasa la corriente. Sólo porque un libro me lo diga yo no voy a creérmelo. Así que opté por desoír ese consejo, metí los dedos (y casi todo el brazo) en el enchufe y a día de hoy puedo jurar que sí pasa la corriente.






Algo semejante ocurre con los padres y los hijos, nuestros padres siempre atentos, siempre guardándonos de todo mal, nos aconsejan mil veces que optemos por una cosa y no por la otra… no digo que sea siempre correcto desoír las voces de los demás, pero con esta actitud si bien es cierto que quizá nos salven de peligros (o no), nos privan del placer de “equivocarnos”, del placer de vivir experiencias y de tropezar, de caernos…lo cual debe ser necesariamente vivenciado si uno quiere aprender a levantarse.







Sobre este tema se debate en cuestiones de inteligencia emocional y siempre, el sempiterno debate: reprimir las emociones? o tan sólo conocerlas y aceptarlas? Desde luego, yo opto por lo segundo y, si seguimos el consejo de Rebeca, ya puestos, vamos también a disfrutarlas, es como darle la mano a la vida y decir: confío en ti , muéstrame el camino…y si encuentras un bache parecido al que ya has encontrado con anterioridad, ten cuidado de no volver a caer en él…pero, es que si nunca te has permitido caer, sabrás como salir del agujero?













martes, 24 de mayo de 2011

Sentirse saciados con menos, cuestión de CALIDAD






Quizá Bugui no lo decía pensando en eso pero, como siempre, a mí me dio pie para que mi mente y mi alma se pusieran a trabajar:









desde que como alimentos de la huerta, no sé, me siento como más saciado, con menos, es como si comiese más









Sucede igual con las personas, con las situaciones? Con menos, tenemos más? Es decir, si nos relacionamos con personas de calidad, con seres que aportan luz a nuestras vidas, que nos guían, nos enseñan, que comparten con nosotros su caminar nos sentimos más “saciados”?




Es una pregunta retórica obviamente, ya que la respuesta es sí.




Para mí hay una serie de personas que me hacen el camino más llevadero, que me aportan dicha, que sólo su voz o su imagen en mi mente (es decir, ni tan siquiera preciso de estar a su lado) hacen que me sienta VIVA, sencilla, serena, Verdadera.




Por eso creo que, tan fundamental como seleccionar aquello que penetra en nuestro cuerpo a través de la alimentación, lo es el seleccionar el entorno y las personas a quienes dedicamos nuestro tiempo y con quien compartimos nuestra Vida.




Lo decía sabiamente Emilio Duró en un discurso, al hablar de gente con la que empatizaba y la que le aportaba energía y aquella con la que, con tan sólo su presencia, le hacía sentir bajo de moral y carente de vitalidad; pues bien, él explicaba que cuando una de estas últimas personas le llamaba, él no contestaba: - Emilio, te llamé para comer y no me has cogido el teléfono, por qué? – Porque sé que eres tú.









Quizá esto suene un tanto cruel y despiadado pero no es así, es importante seleccionar tu entorno porque éste tiene una influencia y una importancia fundamental en nuestro desarrollo, según con quién te relaciones puedes llegar a realizar tal actividad o tal otra y según con quien hables y compartas tus ideas serás capaz o no de emprender una u otra acción.









A veces no nos queda más remedio que entrar en contacto con ambientes y personas que lejos de aportar “nutrientes” a nuestra existencia nos restan energía, nos minan la autoestima y sabotean nuestras ansias de vivir, si no queda más remedio que hacerlo, se hace, pero contamos con técnicas para que esto sea más llevadero..si esto es así, es decir, si por tu trabajo, por tus circunstancias personales y/o familiares es preciso que entres en contacto con personas o situaciones no del todo agradables, te sugiero que, en esos casos, permanezcas centrado en ti, que establezcas una especie de fortaleza interna, un fortín impenetrable, donde sólo tú eres dueño, tu espacio vital, tu alma, tu remanso de paz, respira y siente la paz que nace de tus entrañas y desde ahí, sólo desde ahí, relaciónate con el mundo.





jueves, 19 de mayo de 2011

Tocando Fondo, alcanzando el ORO






Cuán de importante es tocar fondo?






Los místicos le llamaban la "noche oscura del alma", ese período en que todo es "caos", descontrol, ese tiempo en que el mundo y su entorno se torna hostil, frío, en que nada encaja, en que cada pieza de tu vida carece de sentido.






Los alquimistas le denominan la materia prima, gris, ésa que hace posible posteriormente obtener oro.





Sin ese período previo, de desenfreno, de descontrol, de sentir que el mundo se tambalea bajo nuestros pies, es posible avanzar? Quizá sí sea posible pero lo que está claro es que cuando sucede que nada tiene sentido, enhorabuena!, estás delante de una gran paso, de un gran avance y lo mejor de todo, es que ni siquiera somos conscientes de ello.





Y digo “lo mejor” porque lo que se avecina es una gran sorpresa. Porque uno nunca sabe qué se va a encontrar una vez que decide someterse al designio de esa masa caótica que te inunda, que te invade, …pero, como reza el dicho popular, detrás de la tormenta siempre llega la calma, así que, generalmente, detrás de ese vasto maremágnum de ideas, de emociones, de sentimientos, ... detrás de todo ello se alberga un inmenso potencial..





Normalmente uno sale de las crisis reforzado, o cuando menos, con energías nuevas y con nuevas ideas y decisiones, pues una noche oscura del alma, no es más que eso, una crisis; una crisis en la que si tienes la “suerte” de tocar fondo, de llegar hasta las profundidades de todo lo que ES saldrás con nuevas fuerzas, dándote cuenta de la inmensidad de las cosas, con nuevos aprendizajes.





Por eso, a esas épocas grises y turbias, caóticas y aparentemente sin sentido, más que temerlas hay que alabarlas y dar gracias al cielo por habernos colocado en esa posición, porque, si nos hallamos ahí es bien seguro porque el cielo quiere brindarnos la oportunidad de que, en medio de todo ese caos, saquemos y extraigamos alguna enseñanza valiosa…normalmente uno se pelea como gato panza arriba ante las situaciones adversas..otras veces ni siquiera dejamos que esa situación llegue a nosotros porque, bien por miedo bien por desconfianza ,tememos enormemente a dar un paso, un salto al vacío, por temor a que no haya red y la caída sea tan brutal que nos deje desorientados y sin mapa de rutas..pero, generalmente no es así , es todo lo contrario, generalmente de esas caídas al vacío se aprende, y tanto si se aprende! Se aprende a levantarse que es mucho más gratificante que nunca haber caído, se aprende a confiar en los dones que poseemos, y no sólo a confiar sino a descubrirlos, a hallar en nosotros cualidades y virtudes que jamás hubiésemos conocido de no habernos atrevido a dar ese salto.





Sé que cuesta pero, te juro, merece la pena.
















jueves, 12 de mayo de 2011

Por qué me siento SOLO?






Y viajo y viajo y viajo..y cuanto más lo hago más me doy cuenta de la gran verdad de la frase: “el único viaje que merece la pena emprender es hacia dentro de ti mismo , todo lo demás, es hacer turismo”, qué cierto..











A nadie le cabe la duda de que viajar abre la mente, pero el caso es que cruzas fronteras y viajas miles de kilómetros para darte cuenta de que en cada rincón del mundo , en realidad, en esencia, somos todos iguales, y cuando digo iguales obviamente no me refiero al color de la piel, que es distinto, ni si tú prefieres desayunar a las seis de la mañana o a las nueve; me refiero a algo que va más allá de culturas y convenciones sociales, me refiero a algo que nos une, a algo que, aún no siendo conscientes de ello, nos habita y se halla en todos nosotros…porque aún en la ciudad más poblada del mundo uno puede sentirse tremendamente solo…











Y eso ocurre, ocurre que la gente que habita en zonas híper pobladas, como Londres o Nueva York, con miles y miles de personas que cada día cruzan a tu lado, cuando llega la noche y vuelves a casa sientes un vacío, un algo que te dice, que te advierte que algo no marcha, que no funciona y te preguntas cómo puede ser, cómo es posible que en una ciudad que te ofrece todo, que te da todo, donde tiene miles de oportunidades, de trabajo, de ocio, de cultura, cómo es posible que existan esos momentos donde la gente se acerque a ti y te diga: sí, pero sabes qué? Me siento solo.











Pues lamentable - o afortunadamente - eso sucede, y no le sucede a una persona aislada, le sucede a muchísima gente, porque el ser humano es, en esencia, un ser social, un ser que precisa del cariño de los demás, un ser que precisa afecto y ternura a partes iguales, porque, sin eso, no somos nada.












Necesitas saberte parte de algo, parte de un grupo, de un "clan", necesitas saber que existe alguien en el mundo a quien verdaderamente le importa lo que te suceda, si estás bien, mal, o simplemente cómo ha transcurrido tu día.











Mi hermano me decía: Por qué Pau? Por qué sucede eso? Por qué ese sentimiento de soledad? Amén de que porque, como acabo de decir, necesitamos del aprecio y del cariño de los demás como de respirar, creo que existe otro motivo más poderoso: el ser humano se ha olvidado de QUIÉN ES, olvida que está compuesto por varias partes, que cuenta con varios cuerpos y que por, desconocimiento o simplemente por dejadez, solamente prestamos atención a uno de ellos, al físico.










Sin embargo, el ser humano es un ser completo, holístico- término de la new age tan en boga – y que, como tal, precisa de cuatro “vías de alimentación” para nutrirse y sentirse equilibrado: el cuerpo físico, escogiendo alimentos que lo nutran y que aporten y evitando los tan rentables transgénicos; el cuerpo mental: escogiendo pensamientos positivos, que potencien nuestra verdadera fuerza, que despejen las nubes de las dudas y el temor y que descubran lo que somos en esencia; el cuerpo emocional: rodeándonos de personas y de situaciones que también nos aporten cosas, que nos enriquezcan, que, en definitiva, como si de un alimento más de tratase, nos aporten nutrientes necesarios para el “crecimiento” y para VIVIR y, por último, quizá el más importante por la atemporalidad del mismo, el cuerpo energético, el ser, el alma, aquello que es eterno y perdurable.











Cuando el ser humano se olvida de alimentar cualquiera de estos cuatro cuerpos cae en el hastío, en la desesperanza, en el tedio y en la desazón y quizá eso se vea más potenciado en personas que siendo muy emprendedoras en varios ámbitos de su vida, olvidan y descuidan esa parte inmodificable, perenne….porque con cada pequeño logro que consiguen en su vida – un nuevo puesto de trabajo, una casa más grande, un nuevo automóvil - van sintiéndose, paradójicamente, cada vez más y más vacíos…y eso no es fácil de asimilar, ni de comprender, ni mucho menos de explicar.











No es fácil explicarle a alguien que por más que avance en su carrera profesional si no se halla comprometido con su Ser difícilmente hallará la paz interna que ansía (y créeme que cuando digo ansía me refiero a todos, ya que, todos, sin excepción, así lo queremos); no es fácil explicarle a alguien que todo aquello que le han contado de pequeño no era cierto, que por más que avance en sus posesiones materiales como no tenga bien edificado sus cimientos internos, todo aquello que cree que ha construido se desmoronará como si de un castillo de naipes se tratase.











Hace tiempo cuando me preguntaban qué quería ser de mayor yo siempre respondía: feliz, yo quiero ser feliz…Hace años que cambié el discurso: ser feliz ya no me parece lo primordial, sino que mi objetivo es sentirme plena, y para mí eso alberga una gran diferencia, feliz puedo serlo disfrutando de una buena compañía, de una buena comida, de un buen trabajo,…”PLENITUDincluye que todos y cada uno de mis cuerpos está atendido, que no existen partes de mí a las que yo haya descuidado, sé que es tarea complicada, pero es que nosotros somos los malabaristas de nuestra propia vida, hacemos juegos con nuestras parcelas de vida intentando que ninguna de las bolas se vaya al suelo..y el reto está en conseguirlo.































miércoles, 27 de abril de 2011

La enfermedad como camino *






Todos conocemos una patología del África central llamada enfermedad del sueño. Lo que tenemos que saber es que existe otra enfermedad parecida que ataca al alma, y que es muy peligrosa porque se instala sin que nos demos cuenta. Cuando notes el primer indicio de indiferencia y falta de entusiasmo, estate alerta! La única manera de prevenir esa enfermedad es entendiendo que el alma sufre, y sufre mucho, cuando la obligamos a vivir superficialmente. Al alma le gustan las cosas bellas y profundas” – Paulo Coelho, “El vencedor está solo”.





Ayer leí una frase que, para mí, es muy acertada “la enfermedad no es mala, avisa”.





Qué cierto...la enfermedad…esa temida compañera de viaje que a veces se instala a nuestro lado y decide que es hora y momento de acompañarnos un tramo de la travesía..y, nosotros, focalizados en eliminarla, en borrar sus pasos de nuestro lado y en deshacernos , si es posible para siempre, de su compañía..la juzgamos ingrata, mala compañera de aventuras y sobre todo, destructiva y maligna..y no es así. Al menos no es así para mí ni para un grupo de personas que hemos decidido que ya está bien de que nos cuenten cuentos, que ya está bien de hacer caso a rajatabla de lo que las personas que han estudiado seis años de medicina decidan lo que es y lo que no es bueno para mí…ya está bien de ponderar su criterio, el de ellos, que están al margen de mi propio cuerpo y de mis emociones, del mío propio. Basta.





Basta porque he decidido escuchar a mi cuerpo, saber de sus latidos y estoy firmemente convencida de que cuando avisa, cuando grita es porque tiene algo que decirme, sólo que, a veces habla en un lenguaje que no comprendo del todo, que se antoja inquieto, misterioso..pero eso es tan sólo a veces, esas veces que mi alma está tan dormida por el día a día que se olvida del lenguaje que mi cuerpo habla, y eso que ella lo sabe a la perfección puesto que ella lo ha inventado.





Hay un cuento que narra la historia de una rana, una rana que es metida en un olla con agua y el agua se va calentando gradualmente, poco a poco, hasta que hierve. La rana se va notando cada vez más y más incómoda, pero resiste, aguanta, porque la temperatura sube gradualmente, por lo que, con cada subida, a la rana le da tiempo a aclimatar su cuerpo...sin embargo, si a la misma rana la metemos directamente en una olla con agua hirviendo saltará inmediatamente de la olla y escapará, es decir, no soportará tanta temperatura de golpe y huirá sin dilucidar…la enfermedad es algo semejante…es ese piloto automático que avisa de que algo no va bien, no funciona, por lo que, si no funciona, nuestro cuerpo entero reacciona, nuestro cuerpo mental y emocional suele hacerlo en primer lugar y después, acude a lo físico, a lo terrenal, a la materia…por lo que, en lugar de ver a la enfermedad como un castigo divino, por qué no verla como lo que realmente es? Es decir, como un bendición?



Es una bendición tener un testigo interno, un piloto que vibre si algo no funciona, es una bendición contar con un instrumento así en nuestro propio cuerpo, no necesitamos de agentes externos, de nadie que te diga lo que anda mal en tu vida, porque tú mismo puedes sentirlo, percibirlo…cosa distinta es que después decidas utilizar o no esa información, que decidas prestarle atención a esa parte que clama o que la calmes con analgésicos para no tener que escuchar lo que dice. Ahí, viene el reto.



* El título de este post se corresponde con el libro de los Doctores T. Dethtlefsen y R. Dahlke.

martes, 19 de abril de 2011

Y es que SIMPLEMENTE TODO sucede por mi BIEN





No te digo que sea fácil, ni te digo que no cueste…cuesta y mucho. A veces, estamos tan sumidos en nuestra vorágine particular que cuesta repetir esta frase sin cesar y cuesta mantener la fe…mantener fe en que efectivamente somos guiados y tutelados por un ser superior que nos acompaña, que nos guía y que nos deja, no nos abandona, simplemente porque nos AMA.




Quizá todo venga por aquello que nos contaron de pequeños…aquello de que dios descubrió que Adán, su hijo, le había desobedecido y que haciendo caso omiso de todo el bien que le rodeaba se dejó tentar por Eva, la mala, la pecadora y mordió la manzana…eso, amén de dejar a la mujer en un papel de seductora, tentadora y perversa, sembró la semilla perfecta para que las diferentes religiones presididas por nuestro catolicismo, hiciesen su dogma de fe: sé bueno y así dios no te castigará..como a Adán, no muerdas la manzana y ganarás el paraíso..personalmente, esa historia siempre me ha parecido absurda e ilógica..si dios quisiera privarnos de morder la manzana para qué hacerla tentadora?? Es acaso dios un dios mordaz? Un dios espía? Un dios al acecho de que nuestros actos no se escapen a sus planes?? Yo, no lo creo, pero que no lo crea no significa que no exista en mí partes que así lo hayan asimilado..no significa que no existan todavía células en mi organismo que hayan gravado a fuego tal conducta...que hayan asimilado que si algo no coincide con el “bien”, será reprochado y por tanto, tendré que proceder rauda y presta a enmendar "mi error".



Porque una creencia no se borra del cerebro límbico tan fácil, porque existen en nosotros partes que han sido tocadas de muy antaño, de ésta y de anteriores vidas, partes que, conocidas comúnmente como inconsciente, nos afectan y que, queramos o no, condicionan nuestros actos y nuestra vida.



Rebeca decía : “lo que no es teatro es tétrico”...y así es, lo que no sale a la luz en este teatro llamado vida se queda reservado en la sombra, en una parte “peligrosa” de nosotros, peligrosa no por su contenido, sino porque no tenemos valor para iluminarla…y ahí se queda, olvidada, resentida y esperando una acción, una situación, una palabra para salir a la luz.



Por eso con la mente y con el espíritu es necesario hacer lo mismo que con un armario…sacar la ropa, limpiar el polvo que acumulan las esquinas olvidadas y airearlo….dejar que entre la luz en cada rincón de nosotros, escenificar los daños sufridos, las experiencias vividas y asimilarlas, pero esta vez siendo conscientes y aprendiendo de ellas.




Si no se hace esta “operación de limpieza” existirán siempre partes que, queramos o no, nos dominarán, partes que controlarán nuestros actos sin ser nosotros conscientes de ello y que condicionarán, como digo, nuestra vida y nuestras relaciones.





A veces cuando me siento sola, me pregunto porqué dios ha decidido que es mejor para mí vivir sin pareja, sin nadie que me abrace cada noche y sin nadie a quien literalmente “vomitar” mis sueños y mis anhelos…esas veces, repito la frase “todo, absolutamente TODO es para BIEN” y sé que es cierto…sé que dios me ha dado este milagro llamado tiempo de vida para mí solita simplemente para que, entre otras muchas cosas que debo emprender, limpie mi propio armario, desempolve las zonas oscuras, airee mi ropa y pueda volver a colocarla ordenada de nuevo…así, cada vez que eso sucede, repito la frase, abro la puerta del armario y me dispongo a empezar mi tarea….y ahí, milagrosamente, llega la calma.

jueves, 14 de abril de 2011

Gracias "hadas"...por ayudarnos a creer




"A veces para que alguien sea, hay que ayudarle a ser"






Porque es difícil ver el edificio entero desde dentro del edificio.




A veces las palabras más sabias brotan cuando menos te lo esperas..




Esa frase me la dijo mi buen amigo Marcos, quien, en una conversación “normal” me dijo muy sabiamente que no podía pretender tener una perspectiva global de la situación si yo misma me hallaba incursa en medio de toda la vorágine…y es cierto..




Porque desde dentro del edificio tendremos una panorámica muy poco objetiva, irreal, tan sólo desde un prisma, desde un ángulo…me recuerda a aquel cuento sufí que decía que un sabio estaba reunido con sus discípulos y ellos le preguntaban cómo era posible que si una cosa era lo que era él les manifestase siempre que la realidad no existía, que había múltiples matices y que todo, absolutamente todo, dependía del prisma, del objetivo con el cual enfocase la persona...los discípulos no daban crédito a las palabras de su maestro y éste, para ilustrarles, les puso un ejemplo: buscad cuatro personas que jamás en su vida hayan visto un elefante, tapadles los ojos y ponedles frente a uno, después, pedidles que os lo describan. Así lo hicieron. la primera persona llegó junto al elefante y tocó su costado: - el elefante es exactamente como una pared de barro secada al sol. La segunda, tocó dos objetos muy largos y puntiagudos, que se curvaban por encima de su cabeza. Eran los colmillos del elefante.- la forma de este animal es exactamente como la de una lanza…sin duda, ésta es!. La tercera empezó a acercarse al elefante por delante, para tocarlo cuidadosamente. El animal ya algo curioso, se giró hacía él y le envolvió la cintura con su trompa, éste agarró la trompa del animal y la palpó de arriba a abajo notando su forma alargada y estrecha, y cómo se movía a voluntad: - bueno, el elefante es más bien como…como una larga serpiente. La cuarta, se acercó por detrás y recibió un suave golpe con la cola del animal, que se movía para asustar a los insectos que le molestaban, prendió la cola y la siguió de arriba abajo con las manos, notando cada una de las arrugas y los pelos que la cubrían. No tuvo dudas y exclamó:! yo os diré cual es la verdadera forma del elefante. Sin duda es igual a una vieja cuerda.



Así nos sucede a todos con todo, vemos un prisma , sólo un ángulo, sólo una ínfima parte de la realidad, no quiere decir que lo que veamos, al igual que las partes del elefante, no sea cierto, sólo que es incompleto, irreal en su totalidad, subjetivo...





Esto es más difícil todavía si hablamos de nosotros mismos, habitamos con nosotros, estamos más que acostumbrados a nuestro propio discurso mental que nos dice lo que sí y lo que no debemos o podemos hacer, estamos más que habituados a nuestras emociones, a nuestros cambios de humor, a nuestros estados de ánimo y lo malo de ello es que nos hallamos tan habituados que olvidamos quiénes somos.




Por eso, a veces, es necesario la figura de alguien foráneo, externo a nosotros, un hada madrina que se atreva a decirnos claramente qué ve y cómo lo ve, que se atreva a darnos un toque con su varita para hacer nacer en nosotros la luz de la verdad, que se atreva a correr el velo que, a veces (tantas veces), nos separa de nuestra plenitud y que, paradójicamente, se halla tan cerca.




Las hadas son personas que se disfrazan de “normales”, como tú y yo, pero que tiene esa extraña capacidad para ver dentro de ti, para saber qué anhelas, qué deseas, qué quieres…y no para saberlo desde el prisma de la personalidad, desde dentro del edificio, sino para saber ESO que tu alma te pide que exhibas, que trabajes, que muestres...




Ayer Rebeca, me contaba que, aunque suene extraño y casi surrealista, la gente, en general, no desea sanarse, prefiere arrastrar su depresión, su ansiedad, sus tristezas, que tomar el mando de sus vidas y decirle al mundo: aquí estoy yo y éste es mi Don…hace falta valentía para hacerlo, de eso estoy segura, pero todo es más fácil si alguien te tiende la mano y te acompaña a cruzar el puente…así que si tienes la suerte, como yo, de poder compartir tu tiempo, tu vida, con esos seres mágicos, que te tele-transportan, que hacen que el tiempo se detenga y que saben ver y sacar lo mejor de ti, aprovéchalo, ásete a tu mano y deja que te conduzcan, siquiera un ratito, sólo un tramo de la carretera, ya que el verdadero viaje sabes que sólo puedes recorrerlo tú. Es tu elección y tu responsabilidad.




Gracias "hadas", por ayudarnos a creer. y a crecer.