Qué es el Carpe Diem? Generalmente se usa esta frase para decirle a alguien que debe vivir la vida intensamente, disfrutarla, sentirla, saborearla y casi exprimirla,…disfrutar cada instante, cada momento, cada sensación…
Lo malo es cuando el momento presente no cumple o no responde a nuestras expectativas más íntimas..qué pasa en esos casos? el Carpe Diem ahí no tiene cabida?
El otro día dando un paseo por la orilla del agua lo vi claro..(generalmente es en esos especiales momentos de soledad y contacto con la naturaleza cuando puedo alcanzar las más altas ideas, cuando mi Ser se eleva y entro en contacto con otros mundos, con otra dimensión que se escapa de la materia, es decir, cuando puedo quitarme el velo de la rutina..). En ese momento lo vi: Carpe Diem no sólo significa que debamos disfrutar la vida y el momento presente si éste es bueno o dócil o amoroso..significa saborear la vida… venga como venga.
Puede ser que mis horas laborales no sean precisamente el cien por cien de lo que me gustaría desempeñar, pero si me paso mi vida esperando a que llegue la oportunidad de sentirme cien por cien a gusto es muy probable que mi vida se quede en eso: en una ETERNA ESPERA – y, sinceramente me daría mucha rabia perderme este milagro de la existencia sólo por mis ansias de mejorar y crecer –.
Con esto no quiero decir que no debamos tener expectativas de mejorar, de crecer, de conseguir logros…pero lo que sí defiendo es que es muy probable que si nos pasamos el momento del AHORA pensando que MAÑANA será mejor nos perderemos el día a día y, lo peor de todo, es que ni siquiera seremos conscientes de ello.
Quizá actualmente no tenga todo el tiempo libre que preciso pero, por otro lado, tengo una seguridad que me permite moverme en el mundo como deseo, me permite viajar y explorar y quizá, sólo quizá, sea ése el plan que por ahora debo vivir, por otra parte, cuando disponga de más libertad a lo mejor no puedo hacer frente a tantos gastos (o sí, eso nunca lo sabré hasta que suceda) pero, en cualquier caso sé que ahora es ahora y que merece ser vivido como el gran regalo que es. Puede parecer inocuo pero el hecho de rendirse al momento presente requiere de una gran disciplina, precisa de calmar el león interno que ruge y ruge queriendo más…más amigos, más amor, más afecto, más alimento...
Como digo, no creo que sea dañino ni nocivo querer “más” o “mejor” pero lo que sí me parece fundamental es no permitir que esas ansias de mejorar y de cambiar nos empañen las bondades del momento presente.
Ayer vacilaba sobre la idea de este CARPE DIEM, y, en concreto con la idea de “sanar una relación”…muchas veces me siento tan justiciera y tan en desacuerdo con ciertas cosas que me gusta imaginar que cojo mi espada y la envaino contra todo aquello que me altera el organismo…y así me sentía ayer, justiciera y llena de razón, dispuesta a sanar esa relación que yo consideraba enturbiada por la ira, por la rabia o por aquellas emociones que habían sido capaz de empañar quienes en realidad somos…cuando, de pronto, lo sentí: “Carpe Diem, tan sólo eso, Carpe Diem...quizá no es la relación “perfecta”, la soñada, la buscada, pero es lo que es y como tal, alberga cosas más que positivas y enriquecedoras, deja que esa presencia se asiente en tus huesos y tan sólo danza al son de la vida, aprende de esa relación y una vez hayas aprendido la lección, pasarás curso, pero no olvides el Carpe Diem, aprende disfrutando de las cosas que se te brinda”.
Así que guardé mi espada justiciera y mi varita mágica de hechicera y me rendí a la magia de la vida…dejando que cada cosa ocupe su forma y cada persona su lugar…y tan “sólo” dedicándome a lo más complicado de todo…Vivirlo. Y Carpe Diem.
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