viernes, 14 de agosto de 2009

Me atreveré a....?



Me atreveré a dejar por fin a un lado la culpa y el miedo?

Me atreveré a saltar la barrera que hay entre mis sueños y yo?

Me atreveré a dejarme ir con la corriente “cuan pez en el mar”...?

Me atreveré a dejar el pasado en precisamente lo que es? Pasado.

Me atreveré a saltar de nuevo al vacío en busca de mis ideales?

El atrevimiento es una característica que se admira en los demás, pero se admira precisamente porque conlleva un distanciamiento...vemos a la persona intrépida como alguien que ha renunciado a su comodidad y ha acudido en busca de lo que de veras anhela....y eso, como seres humanos, mortales y limitados, nos hace soñar con que otra realidad es posible, con que los sueños pueden materializarse.

Sin embargo, lo que no se ve es que ese atrevimiento conlleva situaciones desagradables, donde la persona, como ser humano se plantea si habrá actuado con la debida cautela, si habrá tomado en consideración todos los pros y los contras antes de tomar una decisión...

Pero la persona intrépida actúa sin vacilar, se deja guiar por su intuición y por eso, a veces su parte más reflexiva le juega malas pasadas y quiere hacerle razonar y juzgarse.

Todo ello forma parte de la naturaleza humana y hay que saber convivir con los días grises, transformándolos internamente con nuestra propia LUZ.

"Un guerrero de la luz siempre hace algo fuera de lo común.

Puede bailar en la calle mientras se dirige al trabajo, mirar los ojos de un desconocido y hablar de amor a primera vista, defender una idea que puede parecer ridícula.
Los guerreros de la luz se permiten tales días.

No tiene miedo de llorar antiguas penas, ni de alegrarse con nuevos descubrimientos.
Cuando siente que llegó el momento, lo abandona todo y parte hacia su aventura tan soñada.

Cuando entiende que está en el límite de su resistencia, sale del combate, sin culparse por haber hecho alguna locura inesperada.
Un guerrero no pasa sus días intentando representar el papel que los otros escogieron para él
". - Paulo Coelho: Manual del Guerrero de la Luz.
FOTO: Ischia (Italia)

miércoles, 12 de agosto de 2009

El valor del entusiasmo...



Ayer viendo una bonita puesta de sol, de pronto me di cuenta de que a veces las cosas más hermosas se nos pasan desapercibidas simplemente porque hay un algo, un haz de luz cegador que no nos deja ver el resto del bosque...

Por eso, precisamente hoy recomiendan ir a ver la lluvia de estrellas a un sitio sin farolas, sin luces cegadoras, donde poder ver el firmamento en toda su plenitud, sin limitaciones, sin antifaces...

Ayer lo que obstruía mi visión no era una luz, no era una farola, no era un antifaz, era yo misma, mis miedos, mis dudas, mi incertidumbre, me olvidé simplemente de que soy amor, soy poder, soy fuerza y de que dios habita en mí y en cada uno de nosotros...

Recuperar el entusiasmo es esencial para poder llevar a cabo la tarea que la Vida nos impone, aunque a veces reconozco que no resulta fácil, porque existen miles de trampas mentales y emocionales dispuestas a confundirnos, a cegarnos con su luz y a no permitirnos ver el horizonte....

Cuando esto suceda no te culpes pensando que has agotado tu alegría, no te reproches no ser capaz de seguir adelante con entusiasmo y energía, no pienses que dios, ni tu familia, ni tus amigos, ni siquiera esa persona que no hablas con ella desde hace tiempo ha dejado de pensar en ti, porque eres valioso e importante para un sinfín de personas, sólo que a veces, el muro de los miedos y la incertidumbre te haga dudar ante tu fuerza, tu poder, tu amor y tu seguridad...

Apaga esa luz que te impide ver el mundo, la vida, la gente que te ama y busca tu entusiasmo donde de verdad habita....dentro de ti....recuerda que miles de almas dependen de ti y que por eso estás aquí, porque eres valioso y perfecto, tal como eres...defiende tus ideas, tu parecer y no vaciles en pedir ayuda si la necesitas, aunque no dudes que esa ayuda está ya en camino incluso mucho antes de que tú la pidas...

Escúchate, para eso sirve el silencio...

“La mayor aventura es hacia dentro de uno mismo, el resto, es turismo”


Un beso enorme, Te quiero, LO SÉ.
FOTO: Positano (Italia)

jueves, 6 de agosto de 2009

Lo primero, es Tu perdón.


“Deseo que ninguno de tus defectos muera, pero que si alguno muere, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable”..(Víctor Hugo)

La vida no siempre la vivimos como planeamos...como nos gustaría...nos sabemos la teoría, pero erramos en las acciones....el problema es que no solemos darnos cuenta en el momento, solemos percatarnos del "error" una vez cometido éste, y ahí viene la elección: o sufrir amargamente por el daño cometido cuestionándonos el porqué de nuestras acciones pasadas o bien, crecer, aprovechar la oportunidad que nos da la vida para que evolucionemos....p
ero no hay crecimiento sin compromiso, sin fe, sin confianza en que uno será de capaz de vencer al siguiente obstáculo y en que, la próxima vez, se actuará con mayor cautela...porque hay errores que no pueden dejarse pasar, que no pueden cometerse hasta el infinito aguardando que los demás nos tiendan constantemente su mano...

Cuando volvemos la vista atrás y nos damos cuenta de nuestros "errores", habremos dado un salto evolutivo en nuestra conciencia, y eso es digno de admiración...porque por fin somos conscientes de que en nosotros se ha producido un cambio de conducta y, en ese momento, no debemos dejarnos abrumar por el peso de la culpa o del auto-reproche, sino que debemos aprovechar el impulso que nos da ese cambio para sabernos capaces de superar el siguiente reto que la vida nos depare....

Quedarnos sufriendo por el daño infringido a nosotros mismos o a los demás por actos pasados sólo nos lleva a una merma de energía, a una pérdida del poder personal que subyace en todos nosotros, al desánimo y a la desgana. Por el contrario, el darnos cuenta del error y el asumir el firme compromiso con nuestro Ser, nos lleva a sentir nuestra fuerza interna y nos hace conscientes del coraje y de la valentía que nos habita....

Cada "error" implica un aprendizaje que no veremos si no nos quitamos el velo de la culpabilidad, ya que, al fin y al cabo, la vida, las relaciones, las amistades, las parejas, las familias, TODO, forma parte de un entramado del universo para hacernos crecer y, como las capas de una cebolla, ir liberando poco a poco, todo aquello que nos impide ver brillar nuestra esencia, nuestra alma, nuestro Ser...

Aprovecha los conflictos, los “errores”, las etapas amargas, crece sin sufrir, asume sin lamentarte, analízate, confía, rétate y descubre que la vida es un sinfín de aprendizajes, que no cesa y que todo, TODO es por tu bien.

Un besazo enorme, Te quiero.