martes, 24 de mayo de 2011

Sentirse saciados con menos, cuestión de CALIDAD






Quizá Bugui no lo decía pensando en eso pero, como siempre, a mí me dio pie para que mi mente y mi alma se pusieran a trabajar:









desde que como alimentos de la huerta, no sé, me siento como más saciado, con menos, es como si comiese más









Sucede igual con las personas, con las situaciones? Con menos, tenemos más? Es decir, si nos relacionamos con personas de calidad, con seres que aportan luz a nuestras vidas, que nos guían, nos enseñan, que comparten con nosotros su caminar nos sentimos más “saciados”?




Es una pregunta retórica obviamente, ya que la respuesta es sí.




Para mí hay una serie de personas que me hacen el camino más llevadero, que me aportan dicha, que sólo su voz o su imagen en mi mente (es decir, ni tan siquiera preciso de estar a su lado) hacen que me sienta VIVA, sencilla, serena, Verdadera.




Por eso creo que, tan fundamental como seleccionar aquello que penetra en nuestro cuerpo a través de la alimentación, lo es el seleccionar el entorno y las personas a quienes dedicamos nuestro tiempo y con quien compartimos nuestra Vida.




Lo decía sabiamente Emilio Duró en un discurso, al hablar de gente con la que empatizaba y la que le aportaba energía y aquella con la que, con tan sólo su presencia, le hacía sentir bajo de moral y carente de vitalidad; pues bien, él explicaba que cuando una de estas últimas personas le llamaba, él no contestaba: - Emilio, te llamé para comer y no me has cogido el teléfono, por qué? – Porque sé que eres tú.









Quizá esto suene un tanto cruel y despiadado pero no es así, es importante seleccionar tu entorno porque éste tiene una influencia y una importancia fundamental en nuestro desarrollo, según con quién te relaciones puedes llegar a realizar tal actividad o tal otra y según con quien hables y compartas tus ideas serás capaz o no de emprender una u otra acción.









A veces no nos queda más remedio que entrar en contacto con ambientes y personas que lejos de aportar “nutrientes” a nuestra existencia nos restan energía, nos minan la autoestima y sabotean nuestras ansias de vivir, si no queda más remedio que hacerlo, se hace, pero contamos con técnicas para que esto sea más llevadero..si esto es así, es decir, si por tu trabajo, por tus circunstancias personales y/o familiares es preciso que entres en contacto con personas o situaciones no del todo agradables, te sugiero que, en esos casos, permanezcas centrado en ti, que establezcas una especie de fortaleza interna, un fortín impenetrable, donde sólo tú eres dueño, tu espacio vital, tu alma, tu remanso de paz, respira y siente la paz que nace de tus entrañas y desde ahí, sólo desde ahí, relaciónate con el mundo.





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