miércoles, 7 de marzo de 2012

No lo compliques tanto, acabará llegando



Hace días en la playa de Samil, sentada frente a mi mar, se me dio una gran lección: todo lo que haces constituye ya tu verdadero camino, no hay nada más que debas hacer, no hay nada que debas emprender o seguir, nada, todo lo que eres debes tan sólo dejarlo ser.

La mente humana no acepta esta innegable y sencilla verdad, simplemente porque la mente precisa etiquetas, clasificaciones, saberse parte de un algo y, sobre todo, qué lugar ocupa dentro y en ese algo.

Sin etiquetas, la mente no sabe a qué atenerse y esto…esto es casi como pedirle que se tire haciendo paracaidismo.

Lo que la mente desconoce es que nunca va a volar en picado sin protección, el paracaídas siempre está ahí, el ser, el alma, el espíritu no te abandona, está contigo, pero la mente lucha y lucha por imponer su criterio, por creerse y saberse sabia, por imponer su Ley.

Al principio me costaba mucho, ahora, poco a poco, dejo que la vida vaya tomando el mando y acepto determinadas situaciones que otrora se me representaban imposibles de asimilar. Y lo que es más gracioso, cuando permites que sea la vida y no tú quien dirige la existencia, todo se torna más fácil, más sencillo, más ligero. Sé que aún me falta camino por recorrer, pero sé que si sigo teniendo Fe en mí y en mi corazón, el camino será más llevadero, y, por ende, enriquecedor y placentero.

Hace dos minutos venía conduciendo por una carretera bastante estrecha, un coche, sin previo aviso, decidió incorporarse al carril y tuve que frenar en seco y dejarlo pasar…en otras circunstancias hubiese rezado en arameo y me hubiese acordado en línea ascendente de toda la familia del conductor, pero, de pronto, y como un rayo iluminador, decidí aceptarlo, y al hacerlo, frené, giré la cabeza y allí había un puesto de semillas y plantas aromáticas, algo que llevo días buscando.

La vida, el mundo y su entramado no conspiran contra nosotros, sólo que a veces los medios por los que nos llega la información no son los que esperábamos, deja que la vida te sorprenda, ponte en Tu Camino y acepta y aprende del misterio, sólo somos humanos al fin y al cabo, seres etéreos tratando de tener una existencia física lo más enriquecedora posible.

Un abrazo enorme y Feliz Día de Santa Felicidad.

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