miércoles, 7 de marzo de 2012

Esa Fuerza de tus Pensamientos


Hace poco sentía una profunda preocupación por un asunto laboral, llegué a casa dispuesta a relajarme pero resultaba imposible…sencillamente imposible….mi mente trataba todo el tiempo de hacerme recordar aquel incidente donde yo había errado y no había forma de despejarlo y de que mi mente y mis emociones se pausasen.

Me tumbé en mi sillón decidida por todos los medios a hacer desaparecer aquella especie de humo negro que me envolvía la cabeza y todo mi ser y, de pronto, abro los ojos y veo a un mosquito dándose golpes contra el cristal de mi ventana….lo intentaba con todas sus fuerzas pero el cristal estaba cerrado, con lo que, obviamente, por más que se golpease no podría entrar.

Sentí en aquel preciso instante que sucede exactamente igual con nuestros pensamientos, están dotados de fuerza, tienen poder para, al revés que el mosquito, penetrar en nosotros y hacernos marionetas de sus antojos, pero yo cuento con el cristal, el cristal para cerrar la puerta y no permitir que ningún "mosquito" entre.

Resultará absurdo, pero a lo largo de aquel fin de semana, cada vez que el agobio por la situación laboral pretendía invadirme, recordaba al mosquito … sólo es un pensamiento, ni siquiera lo estás viviendo ya, cierra la puerta, tú puedes hacerlo, tienes el poder para lograrlo y para no dejar que nada ni nadie te turbe en aquel Reino donde sólo tú tienes la llave.

Así que cada vez que el agobio luchaba por entrar en mí, respiraba y visualizaba el mosquito. Cuando llegó el lunes, la situación que me resultaba tan apremiante se resolvió sola y, de pronto me di cuenta de qué absurdo hubiese sido ceder terreno, permitir que el mosquito entrase en casa y, quién sabe? quizá provocarme una picadura…pero no lo permití, sencillamente traté de permanecer serena y calmada, sabiéndome dueña de todo el poder sobre mis propios pensamientos.

Resulta curioso cómo en la vida escolar nos enseñan a sumar, a restar, a leer, a saltar, a correr….y a entrenar nuestra mente? a controlar nuestras emociones y nuestros pensamientos? Eso, eso es demasiado complicado para responsabilizar a nadie para enseñárnoslo, de eso mejor que se encargue la Vida.

Un abrazo enorme, Te quiero mi vida, Hoy y siempre.

1 comentario:

  1. Es muy interesante lo que comentas en el último párrafo.
    Se ha dejado de lado la educación emocional de las personas que ya desde pequeñas, sociabilizan cada vez menos entre ellos.

    Se tiende más a dejarlos en manos de la publicidad, para que esta imprima lo que deben o no deben sentir ante ciertos estímulos.

    Se ha llegado a puntos extremos en los que la gente confunde los derechos con los deseos y niños de 60 años creen en varitas mágicas.

    Caldo de cultivo para sectas new age, religiones de todo tipo, majaderos y pseudochamanes, que ávidos de reconocimiento y dinero en no pocas ocasiones hacen su agosto entre la población minusválida emocionalmente.

    De echo, se ha conseguido que se tome por válida la tipica expresión de "por culpa de la droga". Tan deficiente es nuestra educación emocional, que hay desgraciados que sin vergüenza alguna son capaces de culpar de sus desgracias elementos "inertes" que por sí solos no pueden interaccionar con nosotros.

    La profe me tiene manía.
    El muy cabrón me puso una multa por dar positivo en el test de alcoholemia.
    Perdona, estaba borracho.

    Se me ocurren miles de ejemplos de nuestra gran educación emocional, la cual se ciñe a enseñarnos a escusarnos en algo, ya sea la enajenación mental o en la inmigración, siempre y cuando uno mismo quede siempre libre de todo cargo moral sobre sus actos.

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