Paradójicamente, cuando más perdida me hallo en el mundo que habitamos más me funciona el siguiente truco:
Recurro a mi niñez…me pienso y me siento como una niña de 5 o menos años…recurro a la visión que entonces tenía del mundo: un lugar por explorar, seguro, feliz, lleno de oportunidades y TODAS eran para mí.
Me sabía (o me creía) inteligente, confiaba en mis dones y en mi habilidad instintiva natural…confiaba en todo eso tan sólo sentada en la cocina de la casa de mi abuela…frente al periódico o a mis múltiples libros…preguntándole a ella cada duda de pronunciación…aprendiendo a leer me sentía con todas las posibilidades de aprendizaje a mi alcance y además, con toda la capacidad necesaria para atravesar cualquier problema de comprensión que pudiere surgir.
Así, cuando en la rutina del día a día me siento perdida, sin fuerzas, sin ánimo o simplemente, extravío mi rumbo, intento recordar aquella sensación de seguridad, aquella estabilidad que entonces me acompañaba y en un suspiro, vuelven a brillar mis ojos, mi mirada y mi alma despierta y me siento fuerte, jovial, merecedora de mi vida y de mi reino.
Te reto a que vuelvas al pasado más remoto, al origen, que te vuelvas a sentir como el niño o la niña que un día fuiste cuando con tan sólo coger un juguete te hacía feliz, cuando con tan sólo con que tu madre te abrazase te hacía sentir el mundo, cuando un “buenas noches” era sólo el síntoma de que aquel día había acabado y no había nada más importante ni antes ni después de ese momento.
Recuperemos esa inocencia, esa “insensatez”, ese abandono de preocupaciones y esa alegría por el mero hecho de vivir.
Dicen que en Salvador de Bahía la gente, aún sin grandes posesiones materiales, siente cada día un gozo y una alegría inhóspita por el simple hecho de estar vivos…quizá sea porque no han dejado tan atrás ese niño que nos habita…ese niño que sólo busca divertirse con cada comienzo, que pide diversión y entretenimiento, que pide a gritos espacio para expresar todo aquello que desea… te reto a que intentes recuperarlo, sentarte frente a frente con él y descubras todo lo que tiene que decirte.
Un besazo de mitad de semana, ánimo con el lavoro amigo argentino
Y a Ti, que Te Quiero, Hoy y Siempre.
FOTO: Paseo de Bouzas. Mi rincón particular. Vigo (España)
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