Película: Más allá de
Desde hacía ya bastante tiempo que no veía tanta gente en el cine. Será que, en el fondo a todos - y digo bien, a todos, hasta el más escéptico de los mortales - nos interesa, siquiera un poquito, nos desconcierta, nos intriga, qué ocurrirá cuando la materia deje de existir?
Hoy mismo debatía con una amiga sobre esa idea. Ella me contaba cómo su novio, fiel seguidor de la firma doctrina racionalista, no albergaba la más mínima duda de que todos somos materia y, por tanto, una vez concluido el juego de la vida, se acabó todo, somos huesos, piel y carne en proporciones iguales, nada más. Nada más siente, nada más existe, nada, fuera de la frontera de lo visible para los ojos.
Olvidamos que, como dijo el sabio Saint Exupery, lo ESENCIAL es invisible para los ojos.
Y es que existe otra REALIDAD que no forma parte de la materia, que crea, que transforma, que existe más allá de la forma humana y material…esa REALIDAD que, en esencia, es lo que SOMOS. Eso y nada más.
Sé que es difícil aceptar el tránsito de forma, y de ello habla el filme, sobre la celeridad en la que, de pronto, todos cruzamos una frontera, la frontera entre la vida, con sus asuntos terrenales y la llamada “muerte”, que no es el fin, sino un nuevo comienzo. Simplemente, se impone un cambio de perspectiva.
Si enfocamos la vida como lo único que existe nos será harto complicado entender porqué suceden ciertas cosas, porqué las personas fallecen a corta edad o con 30 o 40 años con toda su vida por delante, si nos creemos jueces y soberanos del mundo y de nuestras ideas jamás alcanzaremos a comprender que nos hallamos inmersos en un estado de aprendizaje y que no nos corresponde en absoluto a nosotros decidir la fase en la cual precisamos aprender.
Todo el dolor que conlleva una pérdida de un ser querido se suavizaría si abrimos la mente - suavizar, que no desaparecer - porque, al hacerlo, nos daríamos cuenta de que todo este entramado del que formamos parte no es más que una sucesión de hitos diseñados por nuestra alma para seguir su camino y suerte que, cada vez, haya más personas a las que se les permite acceder a una experiencia real, nítida y clara de lo que se trata “morir”, porque cuando alguien vive algo no se le puede convencer de lo contrario. No se lee en los libros, nadie te adoctrina sobre ello, lo sabes porque así lo vives. Lo sientes. No necesitas contrastes, no necesitas corroboración. Tu experiencia es tu maestro y tu lección, la que puedes compartir con el resto del mundo.
Gracias a Clint Eastwood por haberme aportado un pedacito de realidad, por haber sembrado una semillita en la mente de algunas personas y por haberse atrevido a plasmar gráficamente lo que ya muchos sabemos. La vida no termina con la llamada muerte, sino que en ella se abre un nuevo caminar.
Un abrazo cargado de cariño. Volvemos a la carga.
FOTO: Vigo . Galicia. ( España )
así es... la muerte es el paso necesario para otro comienzo.... :)
ResponderEliminargracias por volver. Cada día, al levantarme tengo la impresión de que nazco.
ResponderEliminargracias por volver. Cada día, al levantarme tengo la impresión de que nazco.
ResponderEliminarVeré la Película, pero que sepas que me encanta que vuelvas por aquí... Pinpilinpausa
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